Vierte los 120 gramos de gelatina en un bowl. Luego, añade las 2 tazas de agua hirviendo. Remueve todo muy bien.
Seguido, añade medio litro de agua fría y sigue removiendo.
Ahora, coge el recipiente de vidrio en el que se hará la torta helada.
Añade un chorrito de aceite al recipiente. Luego, con ayuda de un papel toalla, procura que todo el aceite quede esparcido. Luego, retira el excedente.
Por último, vierte toda la gelatina diluida previamente en agua. Después, congela el recipiente en la refrigeradora por unos 45 minutos.
Ahora, en la batidora, agrega una lata de leche evaporada Bell’s congelada. Después, agrega un poco de gelatina de fresa y diluye con dos tazas de agua (una de agua caliente y otra de agua fría). Pasado un momento notarás que la mezcla queda ligera, esponjosa y de color rosado.
Luego, apaga la batidora y procede a poner la mezcla en el bowl con la gelatina que previamente metiste en la refri.
Le damos un golpecito al bowl para que todo quede parejo y, con ayuda de una espátula, hacemos que toda la mezcla quede plana en la parte superior.
Lleva el bowl nuevamente a la refrigeradora para que cuaje bien. Puedes dejarla en el refrigerador por tres horas, aunque lo ideal es que se quede toda la noche. ¡Esto es muy importante!
Una vez listo, desmolda y sirve en un plato.
¡Y listo! Tendrás un postre muy rico y económico para disfrutar el verano.