En una sartén, calienta las cucharadas de aceite de oliva. Agrega las tiras finas de cebolla y los dientes de ajo picados.
Cocina todo hasta que quede transparente.
Ahora añade la carne molida y cocina hasta que quede bien dorada. Remueve constantemente para que no queden grumos.
Agrega la salsa de tomate y mezcla bien con la carne.
Cocina por 15 minutos y agrega sal y pimienta al gusto.
En una olla grande, hierve agua con sal. Cocina las láminas de pasta de lasaña. Esto depende mucho de las instrucciones, pero demora entre 8 a 10 minutos.
Una vez listas las pastas de lasaña, reservarlas en un recipiente.
En una fuente de horno, coloca una capa de láminas de pasta de lasaña que cubra todo el fondo.
Seguido, cubre todo con una capa de carne molida y salsa de tomate.
Ahora agrega toda una capa de queso mozzarella rallado.
Y, nuevamente, cubre con una capa de láminas de pasta de lasaña.
Repite todos los pasos hasta que se termine toda la carne. Pero recuerda que debes terminar con una capa de pasta de lasaña.
Espolvorea queso mozzarella y queso parmesano sobre la capa final y ¡listo!
Cubre la fuente con papel aluminio y llévala al horno por 25 minutos, debe estar previamente precalentado a 180°.
Pasado el tiempo, retira el papel aluminio y calienta por unos 10 a 15 minutos extras.
Retira la lasaña del horno y déjala reposar durante unos minutos antes de cortarla.