Primero pela los mangos. Recuerda que estos deben estar maduros, de esta forma, la carne estará suave y tendrá más jugo. Luego, corta la carne de los mangos en cuadrados.
Una vez listos los cubos de mango, colócalos en la licuadora hasta que obtengas una mezcla homogénea y suave.
En un bowl, agrega los 500 ml de crema de leche. De preferencia, procura que la crema de leche esté bien fría. Luego, bate hasta conseguir unos picos rígidos. Cuando notes que está en su punto, agrega la leche condensada y el licuado de mango.
Continúa batiendo la mezcla a una velocidad baja hasta que los ingredientes queden bien incorporados.
Ahora transfiere la mezcla a un recipiente y llévalo a la congeladora por lo menos unas 6 u 8 horas. El helado de mango se puede hacer de un día para otro si lo dejas todo ese tiempo en el congelador. ¡Anímate a prepararlo de noche y sorprende a tus hij@s por la mañana!
Esta receta es súper fácil y rápida. Ponla en práctica y disfruta de un delicioso helado casero a plena luz del sol.